Aunque fuimos 6 los peñistas desplazados a los Campos de Sport del sardinero, (un número importante teniendo en cuenta la distancia entre Santander y Sevilla, y que el equipo no anda precisamente en su mejor momento) casi todos fuimos en grupos separados. Nacho Ollero y Pablo Martínez fueron en coche desde Sepúlveda donde estaban pasando el puente, Fede Barrero y su novia Marta fueron en avión desde Sevilla y Luife, Ana y un servidor (Paco Cuevas) fueron en avión desde Barcelona donde habíamos asistido a la derrota del Betis en Cornellà-El Prat.
El grueso del grupo llegó a Santander el sábado y a eso de las 11.30 de la noche ya cayeron los primeros cubatas en un bar de la zona de marcha de Santander (plaza de Cañadio). Allí nos juntamos Fede Barrero con su novia, Luife, Ana, Paco, Pepecho de la Peña Juan Andante y algún que otro bético más. Por cierto, grandísima noche aquella y grandísima borrachera que se pilló el personal. Lo más destacado de la noche quizás fuera una conversación que tuvimos con tío de allí bastante aficionado al Racing. Resulta que allí todo el mundo sabe que el famoso partido Racing-Betis en el que conseguimos salvarnos, estaba comprado por Lopera. Por lo visto allí es Vox-populi… De ahí a que Luis Fernández y otro jugador más del Racing se negaran jugar ese partido. En fin…quien sabe.
Al día siguiente el plan era c
laro. Irnos a comer por ahí, echar un previo (con sul lote como Dios manda) en los aledaños y entrar al futbol lo más mamados que pudiéramos previendo que el partido iba a ser regulero… Dicho y hecho. Gracias a Juan y María (amigos míos que viven en Santander) y a Patri (amiga de ellos) que nos llevaron a comer a un bar cerca del faro de Santander, desde donde se veía toda la bahía y unos acantilados. Unas vistas preciosas y la comida muy buena. Por cierto, comentar que el bar era el “Casa Pepe” del cantábrico, con bastantes cuadros y adornos de la España Franquista… Se ve que su dueño es otro de los nostálgicos del Régimen que aún abundan por esa parte de España…Fachander!. Con el estomago lleno bajamos ya a la ciudad y nos echamos el clásico botellón en los aledaños. Cayeron varias copitas y algún que otro cántico, y para dentro. Sin duda alguna, la anécdota del viaje fue que entrando en el Sardinero, nos encontramos a Miguel Ángel Revilla, ex presidente de la Comunidad Antónoma de Cantabria. Cuando lo vimos, rápidamente nos acercamos y al grito de “presidente, una foto” nos fuimos a hacer una foto con él. Su primera reacción fue la de intentar vendernos lotería. Luego se dio cuenta de que éramos unos tiesos y no sólo se hizo una foto con nosotros, sino que también nos regaló un puro Habano (bastante bueno por cierto). “
Te lo regalo porque sois andaluces y porque Sevilla es la ciudad más bonita que hay en España”. Esas fueron sus palabras cuando me lo dio.
Del partido, qué decir. Otra derrota más ante un rival directo, y lo que es peor, la sensación de que Pepe Mel está un poco perdido. Parece que no sabe ya que hacer para sacar el equipo adelante. El Betis no jugó a nada y se vió superado por un Racing que está cortito con sifón.
Con la derrota bajo el brazo, nos volvimos para el centro a seguir de cervezas y a cenar algo. La mayoría se acostó prontito aunque hubo quién se animó y salió a todo lo que da…
Nada más, un saludo a toda la PEÑA, en especial a los que desafiando los kilómetros nos encajamos en Cantabria, y también a nuestros amigos Juan, María y Patri que sin ellos el viaje no hubiera sido lo mismo. Gracias y aquí tenéis vuestra casa.
MUCHO BETIS.
El grueso del grupo llegó a Santander el sábado y a eso de las 11.30 de la noche ya cayeron los primeros cubatas en un bar de la zona de marcha de Santander (plaza de Cañadio). Allí nos juntamos Fede Barrero con su novia, Luife, Ana, Paco, Pepecho de la Peña Juan Andante y algún que otro bético más. Por cierto, grandísima noche aquella y grandísima borrachera que se pilló el personal. Lo más destacado de la noche quizás fuera una conversación que tuvimos con tío de allí bastante aficionado al Racing. Resulta que allí todo el mundo sabe que el famoso partido Racing-Betis en el que conseguimos salvarnos, estaba comprado por Lopera. Por lo visto allí es Vox-populi… De ahí a que Luis Fernández y otro jugador más del Racing se negaran jugar ese partido. En fin…quien sabe.
Al día siguiente el plan era c
laro. Irnos a comer por ahí, echar un previo (con sul lote como Dios manda) en los aledaños y entrar al futbol lo más mamados que pudiéramos previendo que el partido iba a ser regulero… Dicho y hecho. Gracias a Juan y María (amigos míos que viven en Santander) y a Patri (amiga de ellos) que nos llevaron a comer a un bar cerca del faro de Santander, desde donde se veía toda la bahía y unos acantilados. Unas vistas preciosas y la comida muy buena. Por cierto, comentar que el bar era el “Casa Pepe” del cantábrico, con bastantes cuadros y adornos de la España Franquista… Se ve que su dueño es otro de los nostálgicos del Régimen que aún abundan por esa parte de España…Fachander!. Con el estomago lleno bajamos ya a la ciudad y nos echamos el clásico botellón en los aledaños. Cayeron varias copitas y algún que otro cántico, y para dentro. Sin duda alguna, la anécdota del viaje fue que entrando en el Sardinero, nos encontramos a Miguel Ángel Revilla, ex presidente de la Comunidad Antónoma de Cantabria. Cuando lo vimos, rápidamente nos acercamos y al grito de “presidente, una foto” nos fuimos a hacer una foto con él. Su primera reacción fue la de intentar vendernos lotería. Luego se dio cuenta de que éramos unos tiesos y no sólo se hizo una foto con nosotros, sino que también nos regaló un puro Habano (bastante bueno por cierto). “
Te lo regalo porque sois andaluces y porque Sevilla es la ciudad más bonita que hay en España”. Esas fueron sus palabras cuando me lo dio.Del partido, qué decir. Otra derrota más ante un rival directo, y lo que es peor, la sensación de que Pepe Mel está un poco perdido. Parece que no sabe ya que hacer para sacar el equipo adelante. El Betis no jugó a nada y se vió superado por un Racing que está cortito con sifón.
Con la derrota bajo el brazo, nos volvimos para el centro a seguir de cervezas y a cenar algo. La mayoría se acostó prontito aunque hubo quién se animó y salió a todo lo que da…
Nada más, un saludo a toda la PEÑA, en especial a los que desafiando los kilómetros nos encajamos en Cantabria, y también a nuestros amigos Juan, María y Patri que sin ellos el viaje no hubiera sido lo mismo. Gracias y aquí tenéis vuestra casa.
MUCHO BETIS.
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