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CRONICA ATHLETIC-BETIS 18/09/2011____
El viaje de cabo a rabo (el del león que nosotros nos comimos y los “cerdillistas” no pudieron) para la mayoría carecía de sentido debido al enorme kilometraje. Fue a muchos a los que les propusimos el plan y solo aceptaron o pudieron finalmente 3 más un servidor. Fueron tantas las vueltas que le dimos al tema, que hasta el sábado a la 1 de la mañana no estaba segura nuestra aventura. Solo con unas llamadas de última hora perdimos el miedo y decidimos hacerlo.
El plan era salir a las 10am con destino Bilbao, pero como no nos decidimos hasta última hora pues no nos pusimos en la carretera hasta las 11.45 de la mañana. El viaje transcurrió, aunque no se lo crean, rápido, muy rápido. Y cuando lean esta frase la tendrán que releer 5 veces y aún así no se lo creerán, pero llegamos a Bilbao a las 18.30 pm. por lo que si hacen la cuenta, desde que salí de mi portal hasta que me pisé suelo bilbaíno pasaron solo 6 horas y 45 minutos. El viaje lo amenizamos -como sabréis muchos a través del chat de la Peña en la Blackberry- con CD´s de Semana Santa, fotos de las ciudades o estadios por donde pasábamos, videos absurdos y demás. La expedición la formábamos Nacho Ollero, Carlos Rubio y yo (Fede Barrero) más Curro Cervera que iba por su cuenta desde Madrid.
Cuando llegamos allí fuimos directos al hotel de concentración y tras tantear el terreno y mandar fotos al presi de la peña para que se lo creyera (aun así nos insistió en que quería fotos fuera y dentro del estadio) nos dirigimos al museo Guggenheim para reunirnos con el otro peñista, Curro Cervera. Una vez los cuatro, nos hicimos más fotos y volvimos al hotel para despedir a los jugadores. Todos al que paramos se hicieron fotos sin ninguna queja. Unos se fueron para Iriney, otros Molina, yo saludé a Pozuelo y charlé un rato con el (es amigo mío) y estaba nervioso por poder debutar. Patricia la psicóloga se hizo fotos con los 4 al igual que Pepe Mel.
Debo hacer un punto y aparte en la anécdota del viaje. Estábamos en un puente del arquitecto Calatrava muy bonito haciéndonos fotos con el Guggenheim detrás para enviárosla u paramos a un señor mayor para que nos la hiciera. El hombre amablemente acepto diciendo que a ver si atinaba porque su mujer le dice que es muy torpe y que no sabía hacerla. Cuando nos la hizo, dijo que la comprobáramos y al dar nuestra aceptación soltó “Anda pues encima podréis decir que la foto os la hizo el que construyó el museo”. Imaginaros la cara de gilipollas que se nos quedó cuando descubrimos quien era, el arquitecto Frank Gehry, para el que no lo conozcáis mirarlo en Wikipedia y veréis la de edificios y premios que tiene. Y el tío se fue tan chulo saludando y riéndose.
Por último nos fuimos al estadio camuflados ya que las pintas de los vascos daban miedo, pero viendo que había más béticos con camisetas y banderas poco a poco fuimos sacando las nuestras y nos hicimos fotos delante de los estadios solos y mezclados con bilbaínos. El ambiente era bueno, aunque nosotros no terminamos de sentirnos a gusto y mantuvimos las distancias.
Mi entrada era en otro sitio que los otros 3 pero hablando con el encargado me dejo pasar sin problemas, la gente muy amable. Nos colocaron en un palco para prensa con su televisor pero cuando empezó el partido preferimos mezclarnos con la afición y nos sentamos cerca del palco, rodeados de bilbaínos a los cuales poco a poco nos ganamos su confianza y al final del encuentro charlaban con nosotros de manera muy distendida.
Del partido que contaros, empezamos muy bien, tragándonos los gritos de gol por dentro ya que nos miraban todos con caras de pocos amigos y nos limitamos a saltar y abrazarnos casi callados, la verdad que nos costó, era algo impotente. Parecía increíble el resultado, fallamos muchísimo. La gente está ya muy quemada de Bielsa, lástima que el Sevilla no lo fichará, y aun así y como nos temíamos (nos acordamos de aquel 3-0 que nos remontaron) terminamos pidiendo la hora. El estadio impresiona muchísimo, estaba casi lleno y la acústica es brutal. La gente no animó nada excepto al final presionando al árbitro, cosa que nos achantó bastante y estábamos los 4 fatal de los nervios. Parecía las sensaciones de un derby y veíamos que nos empataban, hablamos seriamente de irnos los últimos minutos (mi primo Curro de echo se fue) aunque aguantamos como pudimos.
Al final muy contentos, aquí ya no pudimos reprimirnos la alegría y saltamos gritando. La salida del estadio si la hicimos camuflados pues vimos a varios aficionado increpando a varios béticos y encarándose, por lo que quisimos evitar peleas. La vuelta fue más dura, sobre todo la última hora y media (se ha hecho eterna) aunque felizmente llegamos a Sevilla a las 8 de la mañana, lo justo para a mí, que tenía que trabajar el lunes, me diera tiempo de ducharme e irme al curro.
Viendo todo, no me cabe la menor duda de que mereció la pena 100%, algunos de los que me dijeron no, me reconocieron su arrepentimiento, y más con el partidazo vivido.
Algunos nos dirán locos, ¿Pero eso como se mide?, otros que no mereció la pena, ¿Pero ellos estuvieron allí?, otros que es una temeridad, ¿Cuándo se hace algo plenamente convencido no se piensa en eso. La conclusión a la que llegamos es que todo eso se dice porque teníais una parte que quería venir…os ganó la parte negativa…una pena.
Nada más un saludo a toda la PEÑA y a los desplazados (Nacho Ollero, Carlos Rubio, mi primo Curro y un servidor). Un saludo muy especial a Miki Roda, que nos ayudó en todo lo que pudo. Sin él, este viaje no hubiera sido el mismo.
MUCHO BETIS!!
Fede Barrero
El viaje de cabo a rabo (el del león que nosotros nos comimos y los “cerdillistas” no pudieron) para la mayoría carecía de sentido debido al enorme kilometraje. Fue a muchos a los que les propusimos el plan y solo aceptaron o pudieron finalmente 3 más un servidor. Fueron tantas las vueltas que le dimos al tema, que hasta el sábado a la 1 de la mañana no estaba segura nuestra aventura. Solo con unas llamadas de última hora perdimos el miedo y decidimos hacerlo.
El plan era salir a las 10am con destino Bilbao, pero como no nos decidimos hasta última hora pues no nos pusimos en la carretera hasta las 11.45 de la mañana. El viaje transcurrió, aunque no se lo crean, rápido, muy rápido. Y cuando lean esta frase la tendrán que releer 5 veces y aún así no se lo creerán, pero llegamos a Bilbao a las 18.30 pm. por lo que si hacen la cuenta, desde que salí de mi portal hasta que me pisé suelo bilbaíno pasaron solo 6 horas y 45 minutos. El viaje lo amenizamos -como sabréis muchos a través del chat de la Peña en la Blackberry- con CD´s de Semana Santa, fotos de las ciudades o estadios por donde pasábamos, videos absurdos y demás. La expedición la formábamos Nacho Ollero, Carlos Rubio y yo (Fede Barrero) más Curro Cervera que iba por su cuenta desde Madrid.
Cuando llegamos allí fuimos directos al hotel de concentración y tras tantear el terreno y mandar fotos al presi de la peña para que se lo creyera (aun así nos insistió en que quería fotos fuera y dentro del estadio) nos dirigimos al museo Guggenheim para reunirnos con el otro peñista, Curro Cervera. Una vez los cuatro, nos hicimos más fotos y volvimos al hotel para despedir a los jugadores. Todos al que paramos se hicieron fotos sin ninguna queja. Unos se fueron para Iriney, otros Molina, yo saludé a Pozuelo y charlé un rato con el (es amigo mío) y estaba nervioso por poder debutar. Patricia la psicóloga se hizo fotos con los 4 al igual que Pepe Mel.
Debo hacer un punto y aparte en la anécdota del viaje. Estábamos en un puente del arquitecto Calatrava muy bonito haciéndonos fotos con el Guggenheim detrás para enviárosla u paramos a un señor mayor para que nos la hiciera. El hombre amablemente acepto diciendo que a ver si atinaba porque su mujer le dice que es muy torpe y que no sabía hacerla. Cuando nos la hizo, dijo que la comprobáramos y al dar nuestra aceptación soltó “Anda pues encima podréis decir que la foto os la hizo el que construyó el museo”. Imaginaros la cara de gilipollas que se nos quedó cuando descubrimos quien era, el arquitecto Frank Gehry, para el que no lo conozcáis mirarlo en Wikipedia y veréis la de edificios y premios que tiene. Y el tío se fue tan chulo saludando y riéndose.
Por último nos fuimos al estadio camuflados ya que las pintas de los vascos daban miedo, pero viendo que había más béticos con camisetas y banderas poco a poco fuimos sacando las nuestras y nos hicimos fotos delante de los estadios solos y mezclados con bilbaínos. El ambiente era bueno, aunque nosotros no terminamos de sentirnos a gusto y mantuvimos las distancias.
Mi entrada era en otro sitio que los otros 3 pero hablando con el encargado me dejo pasar sin problemas, la gente muy amable. Nos colocaron en un palco para prensa con su televisor pero cuando empezó el partido preferimos mezclarnos con la afición y nos sentamos cerca del palco, rodeados de bilbaínos a los cuales poco a poco nos ganamos su confianza y al final del encuentro charlaban con nosotros de manera muy distendida.
Del partido que contaros, empezamos muy bien, tragándonos los gritos de gol por dentro ya que nos miraban todos con caras de pocos amigos y nos limitamos a saltar y abrazarnos casi callados, la verdad que nos costó, era algo impotente. Parecía increíble el resultado, fallamos muchísimo. La gente está ya muy quemada de Bielsa, lástima que el Sevilla no lo fichará, y aun así y como nos temíamos (nos acordamos de aquel 3-0 que nos remontaron) terminamos pidiendo la hora. El estadio impresiona muchísimo, estaba casi lleno y la acústica es brutal. La gente no animó nada excepto al final presionando al árbitro, cosa que nos achantó bastante y estábamos los 4 fatal de los nervios. Parecía las sensaciones de un derby y veíamos que nos empataban, hablamos seriamente de irnos los últimos minutos (mi primo Curro de echo se fue) aunque aguantamos como pudimos.
Al final muy contentos, aquí ya no pudimos reprimirnos la alegría y saltamos gritando. La salida del estadio si la hicimos camuflados pues vimos a varios aficionado increpando a varios béticos y encarándose, por lo que quisimos evitar peleas. La vuelta fue más dura, sobre todo la última hora y media (se ha hecho eterna) aunque felizmente llegamos a Sevilla a las 8 de la mañana, lo justo para a mí, que tenía que trabajar el lunes, me diera tiempo de ducharme e irme al curro.
Viendo todo, no me cabe la menor duda de que mereció la pena 100%, algunos de los que me dijeron no, me reconocieron su arrepentimiento, y más con el partidazo vivido.
Algunos nos dirán locos, ¿Pero eso como se mide?, otros que no mereció la pena, ¿Pero ellos estuvieron allí?, otros que es una temeridad, ¿Cuándo se hace algo plenamente convencido no se piensa en eso. La conclusión a la que llegamos es que todo eso se dice porque teníais una parte que quería venir…os ganó la parte negativa…una pena.
Nada más un saludo a toda la PEÑA y a los desplazados (Nacho Ollero, Carlos Rubio, mi primo Curro y un servidor). Un saludo muy especial a Miki Roda, que nos ayudó en todo lo que pudo. Sin él, este viaje no hubiera sido el mismo.
MUCHO BETIS!!
Fede Barrero
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