CRÓNICA SALAMANCA - BETIS___________________
Segundo desplazamiento de la temporada donde estuvo presente “La Esquinita”, desplazamiento el cual estaba marcado en rojo por muchos peñistas pero que finalmente entre una cosa y otra tan solo contó con la presencia de cuatro miembros: Fede Barrero, Rafa Nieto, Juan Aguado y Adrián Cardoso por una parte, Andrés Madero por otra y Juan Caballero por otra. Una lástima que el desplazamiento no fuera más numeroso ya que tanto el fin de semana en tierras salmantinas como el resultado del partido fue inmejorable.

Para no perder tiempo, se salió desde la ciudad del Betis sobre las 11 de la mañana, tras parar en Mérida a recoger a otro expedicionario y en Guijuelo para comer, llegamos a nuestro destino sobre las 16:30. Después de soltar las cosas en el hostal donde nos hospedábamos, cuya ubicación era inmejorable a escasos 50 metros de la Plaza Mayor, se compran las entradas para el partido, el alcohol para el fin de semana (cortesía de un peñista que celebraba su cumpleaños) y se recoge a Curro Cervera, peñista madrileño “en espíritu”, que no en aportación económica, que venía en tren desde su ciudad natal. Tras el paseo de rigor para conocer un poco más la ciudad, empiezan a caer las primeras cervezas y los primeros tintos por los bares del centro; refrigerios los cuales iban acompañado de su correspondiente pincho. Vamos, que con cuatro cervezas que te tomaras estabas ya casi cenado.

Caída la noche, nos fuimos de nuevo al hostal para ducharnos y arreglarnos, y he aquí la gran anécdota del viaje. Tras cogernos de primos totalmente el recepcionista y requisarnos las botellas de alcohol (no se podía beber alcohol en el hostal según él pero todo bético que entraba introducía sus botellas sin problemas, mala suerte la nuestra) empezamos a pensar de qué manera podíamos hacernos con las botellas para poder hacer lote en el hostal (lo de hacer lote en la calle no se lleva en Salamanca puesto que además te multa la policía si te ve) y tras contarle un rollo monumental al recepcionista para sacar las botellas, que ni el Pepsi para venderte una entrada cuenta tantas historias, y previo paso de las mismas por la mochila de un bético que también se hospedaba en el mismo hostal que nosotros y que gentilmente se ofreció a ayudarnos, las botellas llegaban a nuestra habitación. Objetivo cumplido. Pero como diría aquel, lo mejor estaba por llegar. Después de bebernos el correspondiente lote, estando ya bastante “tocaítos”, decidimos poner rumbo a las discotecas de Salamanca, y muy listos nosotros, TODOS bajamos por las escaleras del hostal copa en mano (uno de nosotros de hecho salió botella en mano) y diciendo tonterías. Imaginaros la carita que se le quedó al recepcionista cuando nos vio bajar. Gracias a Dios anteriormente se produjo el cambio de turno y el recepcionista no era el mismo, si no, nuestras horas en el hostal habrían estado contadas. De ahí en adelante cada uno que cuente sus batallitas sobre lo que dio de sí la noche salmantina. Pero vamos, por si alguno quiere engañar, quede avisado que las lugareñas eran tela de siesas.

Llegó el sábado y tras levantarnos a duras penas, empezamos a meternos en ambiente verdiblanco ya que por cada sitio que ibas te encontrabas a algún bético. Después de comer nos fuimos a un pub donde estaban los aficionados que más ruido hacían, donde coincidimos los cuatro peñistas e inmortalizamos la foto del viaje. También aprovechamos para hacernos una foto con Ramón Román, periodista de alfinaldelapalmera.com, que estaba en el mismo pub que nosotros junto con otros periodistas sevillanos también desplazados a Salamanca para cubrir la información del Betis suponemos. Tras ello, le perdimos la pista a Juan Aguado y a Adrián, ya que nos fuimos a dar un paseo por la ciudad, con la agradable sorpresa de que mientras hacíamos un descanso, pasó por donde estábamos el autobús del Betis, que acababa de llegar a Salamanca y al que se le recibió como si de la final de Copa del Rey se tratara.

Después de pegarnos un buen homenaje a la hora de cenar, cayó el correspondiente lote, otra vez en el hostal, esta vez sin sobresaltos. Algunos decidieron terminar ahí la noche por eso de que había que madrugar para el partido, otros sí se lanzaron a salir por ahí pero la noche dio bastante poco de sí según cuentan.

Finalmente, llegó el día del partido. Volvimos a levantarnos a duras penas pero a las 11:30 ya estábamos dentro del Helmántico. Del partido qué comentar que no sepáis, gran fútbol desplegado por los nuestros, gran animación por parte bética (reedición incluida del Stereo Love por cortesía del speaker del Salamanca, un crack el tío) y monumental susto por lo de Miguel García, que produjo un espontáneo y emotivo hermanamiento entre la afición bética y la charra. Reseñar que el peñista Juan Aguado, tras verlo en el descanso, seguía con la misma ropa que el sábado a mediodía y con una resaca bastante considerable, así que suponemos que se tuvo que aburrir mucho en Salamanca.

Tras el pitido final del árbitro pusimos rumbo a la ciudad del Betis, con un cansancio encima brutal pero con una sonrisa enorme por el magnífico fin de semana que pasamos en Salamanca y por la victoria del Glorioso. Ojalá el año que viene Betis y Salamanca se vuelvan a ver las caras en primera.

Nada más señores, un saludo para todos los peñistas y en especial para los que estuvieron presentes en Salamanca. ¡¡ Viva el Betis y Viva la peña bética La Esquinita !!